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CASO: ¿ Suicidio u Homicidio?

Contextualización:

23:55 horas del día 05 junio de 2020, a punto de finalizar el estado de alarma en la que estaba sumida España para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por la COVID-19.

La Policía recibe una llamada informando del fallecimiento de un varón (T.) tras haberse precipitado desde un tercer piso de un edificio de la zona.

Al llegar al lugar de los hechos, junto al fallecido se encontraban la expareja y conviviente en el momento del finado y dos vecinos colindantes de éste que habían bajado a prestar auxilio al ser testigos del suceso.

El suceso se dictamina como SUICIDIO tras la investigación realizada. Así, el 6 de junio sobre las 02.35 h de la madrugada se notifica por parte de la Policía Judicial de la precipitación voluntaria a los familiares del varón.

 

 

 Suicidio-homicidioDocumentación usada para el análisis del caso:

Atestado policial, reportaje fotográfico realizado por la Policía Científica, Informe Médico Forense de reconocimiento de cadáver, grabaciones telefónicas aportadas por la familia del fallecido y las últimas analíticas médicas de éste, testimonio del círculo más cercano de ambos.

 

Incongruencias en la declaración de ella:

Ella (C.), la expareja del finado, pero conviviente en el momento de los hechos, da 2 versiones diferentes:

Situados los dos sentados en la terraza charlando, T. comenta que no quiere vivir y tras ella decirle que entonces se mate ya de una vez, relata en la primera versión que él se levanta y seguidamente se apoya en la barandilla con las manos e, impulsándose, se lanza al vacío.

Al ser notificada que los vecinos declaran un ruido fuerte anterior a la caída, ella modifica la versión y da una segunda versión añadiendo que, al levantarse T., lanzó la silla con fuerza hacia atrás, creyendo esta que debió golpear la cristalera de detrás y, de ahí, el ruido escuchado por los vecinos.

Según la reseña de la Policía Científica y el reportaje fotográfico se puede ver que las sillas se encuentran bien colocadas y alineadas, casi introducidas debajo de la mesa, por lo tanto, ninguna de las 2 versiones dadas coincide con el testimonio de los vecinos (primera versión) ni con el informe de la Policía Científica y reportaje fotográfico (segunda versión).

Cuando relata que ambos se encontraban sentados en la terraza también difiere de la versión de los vecinos colindantes (solo separa las terrazas de los pisos un fino divisor translúcido de PVC) ya que exponen que por el volumen y la dirección de las voces él se encontraba fuera y ella dentro dando gritos.

Al ella declarar que él se agarró fuertemente a la barandilla, la Policía Científica trató de hacer un levantamiento de huellas con polvos blancos. Al no conseguir ningún tipo de huellas, se consideró que el material empleado no era apto para la revelación de huellas por estar en mal estado.

El día 19 de noviembre del 2021 accedimos a una terraza de la misma comunidad, la cual contaba con las mismas características que la del finado, y se procedió al revelado de huellas latentes. Se utilizó polvo blanco, igual que el que utilizó la Policía Científica, pudiendo ver como se revelaban las huellas que con anterioridad habíamos impregnado al apoyarnos en la barandilla. Eso demostraría que a T. no le dio tiempo a agarrarse de la barandilla o no llegó a hacerlo por la rapidez de los acontecimientos, ni para impulsarse, ni para tratar de evitar la precipitación.

Siguiendo con la declaración de ella, tras T. lanzarse, ella lo ve en posición decúbito supino y baja inmediatamente a gran velocidad, siendo la primera en llegar. Le toma las constantes vitales y comprueba que ha fallecido, cabe destacar que su profesión es enfermera. A continuación, aparecen dos vecinos colindantes, asistiendo uno de ellos a T. Contrariamente a lo que declaran estos dos vecinos exponiendo que uno de ellos dos fue el primero en bajar y atenderle y, una vez comprobados los signos vitales, comprobó que aún tenía pulsó y le realizó la RCP y, después de varios minutos llegó ella y se quedó sentada en una jardinera que se encontraba a unos 10 m del cuerpo.

Ella declaró in situ, así como posteriormente en dependencias policiales, que él tenía serios problemas con el alcohol, consumía drogas, sufría depresión y había sido maltratado en la infancia. Coincidiendo, casualmente, todas estas características según el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales) con el perfil de una persona con alto riesgo de suicidio.

Una vez hablado y contrastada la información de la declaración de ella con amigos, familiares, compañeros de trabajo y vecinos, nada de lo declarado por ella corresponde a la realidad.

Entonces hay que preguntarse ¿por qué mintió ella en sus declaraciones?

De acuerdo con los estudios empíricos realizados por la American Psychological Association, “La mentira es una falsificación voluntaria de la realidad con el objeto de obtener un fin o huir de una situación desagradable”. Claro está que es más difícil descubrir la verdad que descubrir la mentira.

Llegados a este punto, y con base a lo ya descrito anteriormente, se llegó a la conclusión que ella mintió con el propósito de evadir su responsabilidad e implicación directa en la muerte de él.

 

Motivaciones:

Primero: la frustración que le produjo el tener que abortar por la decisión de él no querer ser padre, hecho que le comunicó a la misma cuando se conocieron, dejándole claro que no quería tener hijos, a pesar de ello, ella se quedó embarazada sin su consentimiento.

Segundo: la obsesión que ella tenía con él era palmaria, dicho así por amigos y conocidos del finado, al igual que la compañera de piso de ella, la cual comenta que ésta le comentó que dejaría su piso, ya que pensaba irse a vivir con él, su novio. Esto fue a finales del 2019 cuando ya habían dejado la relación y T. estaba en una relación con otra chica. A pesar de ello, ella seguía teniendo en la cabeza que T. era su novio.

 

Tercero: Ella tenía intención de quedarse a vivir con él después del confinamiento (así lo insinúa en una grabación telefónica). Una semana antes del trágico desenlace, T. le comunicó que debía irse de su casa. Ella se trasladó de nuevo a su vivienda, dejando parte de la ropa y enseres en casa de él y se quedó con la llave del piso, con la excusa que tenía que recoger el resto de sus cosas. Los posteriores días sigue visitando a T. y quedándose alguna que otra noche en su casa. El día de autos, él estaba decidido a decirle que no quería seguir con la relación de amistad… No quería tener ninguna relación con ella, de ningún tipo (así se lo comentó a su madre días antes)

Hipótesis:

Ella quedó ese día para cenar con él o/y para recoger el resto de sus pertenencias. Después de que ella fumara un par de porros y los dos consumieran unas 15 cervezas, T. decide decirle que no desea verla más, ni continuar con una relación de amistad (todo ello en la terraza). Ella, no controlando su ira, decide entrar dentro del apartamento para seguir discutiendo, mientras que él prefiere quedarse en la terraza para evitar males mayores, ya que es una persona tranquila que no le gustan los conflictos. SITUADOS, ella dentro del apartamento y él en la terraza, ella comienza a desatar su ira, propinando gritos, creyendo que por estar dentro los vecinos no le escucharían, en un momento dado le lanza una de sus zapatillas a él, la cual cae cerca de una de las sillas de la terraza, por acto reflejo T. se gira y ella aprovecha ese momento para empujarle, precipitándose éste al vacío. Acto seguido, se para, piensa en cómo va a relatar lo ocurrido e inventa una historia que no concuerda para nada con la realidad. Quizás también se paró para arreglar algún desorden fruto de su cólera. Pasado entre 5 a 10 minutos baja a la calle hasta que llegan los efectivos policiales.

No se puede concluir con precisión si estos hechos fueron fortuitos o previamente planificados. Cabe la posibilidad de que, durante esa semana anterior a los hechos, ella planificara acabar con la vida de él, puesto que había regresado a su vivienda y sabía que no volvería a estar con él. Teniendo en cuenta que ella es enfermera con conocimientos de medicina, la versión dada por ella sobre los hábitos y estado mental de él está enfocada a un convincente suicidio, cosa que no contrasta con las pruebas testimoniales ni médicas aportadas, por lo que nos lleva a pensar que fue un acto planificado.

 

Errores del sistema:

  • En ningún momento la Policía verificó la información proporcionada de los hechos por ella; dando ésta dos versiones diferentes y las dos muy distantes del vecino de la vivienda colindante.
  • No se comprobó la veracidad de toda la información aportada por ella en relación con T., a quien describe como una persona depresiva, alcohólica, con hábitos de droga y víctima de malos tratos en la infancia.
  • No se realizó investigación del supuesto ruido escuchado por los vecinos; el vecino de la vivienda colindante y otros, previo al impacto por precipitación.
  • Referente al levantamiento de huellas de la barandilla, la Policía Científica da por hecho que, si no hay huellas, se debe a causa del material deteriorado de la barandilla que no imprime las huellas. Sin embargo, la prueba que realicé en una de las viviendas del mismo edificio demuestra que este tipo de material es totalmente compatible con la revelación de huellas dactilares.
  • En el reportaje fotográfico de la policía científica de la noche de autos y el posterior de la mañana siguiente, faltan utensilios en la escena de los hechos, al igual que hay mobiliario movido de lugar. No se protegió ni preservó el lugar de los hechos. Lo que es peor, se elaboró un dictamen sin tener la información suficiente para ello, puesto que a la hora que se comunicó a la familia de que T. se había suicidado, no se había realizado ningún tipo de verificación o investigación sobre lo que la testigo directa declaró. De hecho, la autopsia del finado se hizo a fecha del 08 de junio del 2020, pero la Policía Científica sin tener los resultados, en la madrugada del 06 de junio de 2020 ya dictaminó que se trataba de un suicidio. Un dictamen que, según mi opinión, fue basado en la creencia de que la testigo decía la verdad religiosa, y no, en un dictamen objetivo, donde se necesita adquirir certeza de los hechos a través de las pruebas documentadas, cotejo y valoración de la información recibida por los diferentes ángulos de conexión con la víctima y la de su acompañante en el momento del suceso acaecido.

 

Conclusiones:

  1. Considerando que, las pruebas testimoniales y documentales desmienten la información aportada por ella; el único testigo directo del supuesto suicido, no hay razón alguna ni evidencia para pensar que T. acabó con su vida de forma voluntaria. Solo se cuenta con la declaración de ella (compañera de piso en el momento de los hechos y expareja de él) para sostener la versión de un suicidio. Por el contrario, se cuenta con una autopsia psicológica, información aportada por testigos, amigos de T., grabaciones telefónicas (una de ellas de T. con su hermano horas antes de que sucedieran los hechos), compañeros de trabajo y, pruebas documentadas y circunstanciales que demuestran que T. era una persona con intenciones y ganas de vivir, con grandes proyectos de vida a corto y largo plazo.  La evidencia conductual así lo define.

No hay indicio alguno de que la descripción e información de los hechos del día de autos, al igual que la aportada sobre la personalidad y hábitos de T. dadas por ella sean veraces. Si nos basamos en la declaración de amigos, compañeros de trabajo, familiares, vecinos etc. se puede afirmar sin lugar a duda, que ella mintió con la clara intención de entorpecer la labor policial, y confundir a la policía desviando la atención hacia una investigación por suicidio y no homicidio:

 

  • Según ella, en su segunda declaración, estaban ella y T. en la terraza tomando una cerveza, en un momento dado él se levanta, empuja para atrás la silla, golpeando ésta la cristalera y, seguidamente se apoya en la barandilla y se lanza al vacío. Podemos ver claramente en el reportaje fotográfico de la Policía Científica de esa misma noche, como la silla en la cual estaba sentado T. (según ella) está perfectamente encajada debajo de la mesa de la terraza, bien colocada, y las cristaleras de la terraza estaban abiertas. Esto no concuerda con la versión que ella da. Si la silla la lanzó con fuerza contra la cristalera golpeando ésta, ¿Por qué la silla está perfectamente colocada? ¿Cómo pudo golpear las cristaleras si estaban abiertas?

 

  • La declaración de los vecinos colindantes es totalmente opuesta a la de ella. Ellos declaran que en ese momento estaban en la terraza de su apartamento y escucharon como ella estaba dentro de la casa propinando gritos a él, que este último estaba en la terraza. Que escucharon un fuerte ruido y, cuando se asomaron vieron como T. se precipitaba de frente al vacío. Por el contrario, ella declara que estaban los dos afuera sentados en las sillas.

 

  • Las entrevistas realizadas a los amigos, compañeros y exparejas de T. dieron como resultado que él era una persona amable, responsable, equilibrado, con muchas ganas de vivir. Amante de su trabajo y aficionado a la práctica deportiva. Una persona que tenía proyectos, tanto personales (esa misma semana iba a ver un coche para comprar. Quería comprarse una casa a medio plazo) y profesionales (le habían informado de un ascenso en el trabajo). También cabe resaltar que T. no era una persona con tendencia a la depresión ni consumía grandes cantidades de alcohol, ni mucho menos a diaria, tal como afirma ella en su declaración a la policía el día del suceso y, posteriormente en dependencias policiales. Para verificar y comprobar el estado de salud general de T., se aportan dos informes médicos, ya que, de ser esta afirmación veraz, es decir, que T. fuera un bebedor habitual desde antes del año 2011 hasta el 05 de junio de 2020, su salud se hubiera ido deteriorando con el paso del tiempo, pero contrariamente se aportan las evidencias que T. gozaba de una muy buena salud.

 

  1. Hay suficientes razones para pensar que ella estuvo implicada en el fallecimiento de T. Según las declaraciones de amigos de T. y exparejas posteriores a la relación con ella, parece ser que esta última estaba obsesionada con él. No quería aceptar que T. sólo la veía como una amiga, pero no para una relación sentimental.

Ella no quería irse de casa de él, de hecho, aun habiendo terminado la convivencia con T. desde hacía 7-10 días, seguía teniendo pertenencias personales en el piso de él.

Toda la información sobre T. que ella aportó a la policía es totalmente falsa. Curiosamente toda esta información nos construye un perfil de una persona con alto riesgo de suicidio. Por eso me atrevo a pensar que fue un acto premeditado basado en el despecho y la impotencia de perder el control sobre él, ya que T. hacía tiempo que había terminado su relación con ella y quedaba simplemente una relación de amistad, y, el día de los hechos, él le iba a decir que se fuera definitivamente, que no quería ni siquiera mantener una relación de amistad con ella.

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